Disciplina y Motivación


El Grupo “Club de Libros y Conocimiento” en LinkedIn nos trae a luz una comparativa muy interesante. Las Dos Fuerzas Impulsoras en la Vida Humana: Disciplina y Motivación.


En la búsqueda de la excelencia y el logro de nuestros objetivos, nos encontramos con dos compañeros de viaje: La #Disciplina y la #Motivación. Ambas desempeñan un papel crucial en nuestra vida, pero ¿cómo se diferencian y qué efecto tienen en nosotros como seres humanos?


La Disciplina: El Poder de la Consistencia

La disciplina es como un músculo que se fortalece con el tiempo. Es la capacidad de mantenernos enfocados y comprometidos con nuestras tareas y metas, incluso cuando la emoción inicial se desvanece. Algunos aspectos clave de la disciplina son:

  • Hábitos Sostenibles: La disciplina se manifiesta a través de hábitos diarios. Es levantarse temprano cada mañana para hacer ejercicio, estudiar regularmente o cumplir con nuestras responsabilidades laborales. La consistencia en estos hábitos crea resultados duraderos.

  • Resistencia a la tentación: La disciplina nos ayuda a resistir la tentación de tomar atajos o abandonar nuestros objetivos. Es decir "no" a la distracción y mantenernos enfocados en lo que realmente importa.

  • Autodisciplina: Implica autorregulación y autocontrol. A veces, significa hacer lo que debemos hacer incluso cuando no queremos hacerlo. Es la fuerza que nos impulsa a seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles.

La Motivación: El Fuego Interior

La motivación es como una chispa que enciende nuestra pasión y deseo de lograr algo. Algunos aspectos clave de la motivación son:

  • Emoción y Energía: La motivación nos llena de energía y entusiasmo. Es esa sensación de "¡Sí, puedo hacerlo!" que nos impulsa a comenzar un nuevo proyecto o enfrentar un desafío.

  • Objetivos Inspiradores: La motivación surge cuando tenemos objetivos significativos. Cuando visualizamos el éxito y sentimos la recompensa, estamos motivados para actuar.

  • Temporalidad: La motivación puede ser efímera. A menudo, se desvanece con el tiempo o cuando enfrentamos obstáculos. Por eso, no podemos depender exclusivamente de ella.

La Danza Entre Ambas:

La disciplina y la motivación no son opuestas, sino complementarias. La disciplina nos mantiene en el camino correcto incluso cuando la motivación flaquea. La motivación, por otro lado, nos da el impulso inicial y la pasión para comenzar:

Consejos Prácticos:

  • Cultiva hábitos disciplinados para mantener el rumbo.
  • Encuentra fuentes de motivación que te inspiren..
  • Combina la disciplina con pequeñas recompensas para mantenerte motivado.

En resumen, la disciplina y la motivación son los pilares fundamentales que sostienen el puente hacia el éxito. Al mantener la disciplina, cultivamos la consistencia y el enfoque necesario para avanzar en nuestros objetivos, mientras que la chispa de la motivación nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos incluso en los momentos más difíciles.

Reconocer la interconexión entre estas dos cualidades es clave para alcanzar nuestras metas y superar obstáculos. Así que, ¡mantén la disciplina y enciende la chispa de la motivación en tu camino hacia el éxito!.

Te dejamos con tres preguntas:

  1. Cultiva hábitos disciplinados para mantener el rumbo.
  2. Encuentra fuentes de motivación que te inspiren..
  3. Combina la disciplina con pequeñas recompensas para mantenerte motivado.